9 oct 2008

Los chicos no lloran

Duerme mi niño, mamá vela tu sueño, no dejaré que nadie te haga daño, no permitiré que nadie te moleste. Papá está durmiendo y yo aquí contigo.
Tu serás la luz de mis ojos, en ti he puesto mis esperanzas, tu padre no sabe velar por ti, pero mamá no dejará que nada te turbe.
Serás el hombre que siempre busqué, en tu cuna, vestido de azul, la habitación preparada y todo esperando tu llegada.
Eres el fruto de mis entrañas, la fuente de mis alegrías, no, no llores vida mía, nunca estarás solo, tu madre te acunará para que nada te dañe.
Tu padre no sabe lo que es llevarte en las entrañas, sentir tus latidos, tu fuerza empujando, noches enteras hablando contigo, mi mano sobre el vientre, mi vida puesta en ti.
Te siento fuerte, seguro, alimentándote de mi, siendo uno conmigo, nueve meses de espera, cuarenta semanas soñando tu cara, serás como yo, no, tu no llorarás, los chicos no lloran, son fuertes y seguros.
Dulce espera llena de música y tacto, de alimentos sanos, de ejercicios para que estés fuerte, nada de pruebas que te puedan dañar, yo te cuido vida mía, nadie entrará en mis entrañas para molestar tu sueño.
Tu padre quiere que vayamos al hospital, qué sabrá el de nuestro amor, de nuestra relación, no permitiré que otras manos te cojan en el principio de tu vida.
No sufras, papá duerme, me he asegurado de que no despertará, será un secreto entre los dos, nadie nos separará.
Hace días que no siento tus patadas, que tu latido no se une al mío, pero tu te alimentas de mi fuerza, yo te mimaré, no tengas miedo, mi amor es más fuerte que cualquier problema que pueda surgir. En mi vientre estás seguro.
Siento dolor, mucho dolor, te pariré con dolor, te tendré a mi lado en poco tiempo, cortaré el cordón que nos ha unido, te lavaré y pondré a mi pecho, seguiré dándote mi vida, mi aliento y la fuerza que me sostiene, tranquilo, ya falta poco, me agarro a la cama y empujo, empujo con todas las fuerzas de las que soy capaz. Un poco más y estarás en mis brazos.

Ya está, muy bien niño mío, así se hace, los chicos no lloran, tu no has llorado, que carita tan bonita, ni tan siquiera tienes hambre, ni tan siquiera mamas, que bien alimentado estás.
No cortaré el cordón, así estaremos unidos siempre, nadie nos separará, mi sangre se escapa y tu sigues sin llorar, fuerte, valiente, como yo te he preparado.
Mi niño, mi vida, ahora vamos a dormir, que nadie perturbe nuestro sueño, que nadie nos moleste.


Victoria Gracia
(Alumna de la Escuela de escritura creativa George Orwell 2007/08)

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