19 nov 2008

Míchel Suñén




Nacido en Zaragoza, el 4 de junio de 1970. Creativo y socio fundador de la agencia de publicidad aragonesa Zúmmum. Profesor de oratoria, redacción y comunicación publicitaria. Imaginativo, sencillo y familiar. La crítica lo ha definido como "un autor con una voz profundamente personal, un dominio técnico notable, una desatada imaginación, un acusado talento y una excelente agilidad para el relato de historias". Puedes contactar con él en michelescritor@yahoo.es


(Tomado de http://www.zaragoza-ciudad.com/michelsunen/)




1. La pregunta obligada: ¿cuál es su escritor y libro favoritos?
El autor, Chejov; el libro, La Metamorfosis de Kafka.

2. En su proceso creativo personal –nacimiento de la idea, escritura…-, ¿cuál es la parte que más duele?
Para mí, ninguna es dolorosa. Lo que más me cuesta es, sin duda, llevar a cabo los sucesivos ­­­­–e imprescindibles­– procesos de revisión y corrección del texto; pero en mi caso es esfuerzo lo que me supone, no dolor.

3. ¿Cuáles eran sus lecturas cuando era adolescente?
Además de las novelas de aventuras de Salgari y Alejandro Dumas, me encantaban los libros de intriga para jóvenes, tipo Los tres investigadores y Los cinco. Entonces no podía imaginarme que terminaría escribiendo intrigas para adultos (aunque a los trece años escribí una titulada ‘Convocatoria para matar’).

4. Sábado por la noche, solo en su casa, abre ese libro que hacía tiempo que deseaba leer, ¿agua, café o whisky?
Cuando leo, si tengo sed, me doy al agua. El café y el whisky no los cato. Sin embargo, al escribir, abuso de la coca cola: es mi forma de combatir el sueño, porque siempre escribo con nocturnidad (y alevosía, aunque esto, en realidad, no viene al caso).

5. Una de las facetas míticas del escritor es el famoso “bloqueo” ante la hoja en blanco. ¿Usted lo sufre? ¿Cómo lo supera?
Nunca lo he sufrido. Sólo empiezo a escribir cuando la novela, y sus personajes, llevan tiempo acompañándome en la cabeza, se han familiarizado conmigo –y yo con ellos– y estoy maduro para desarrollar la historia. Si tengo un bloqueo, sigo escribiendo: es la mejor forma de evitarlo. En alguna ocasión sí me he encontrado con algún obstáculo para seguir hilvanando la intriga: en tal caso, suelo intento relajarme hasta que la idea surge por sí misma, salgo a correr o pienso en otras cosas.





6. Ahora una comprometida, dénos un motivo para leer su último libro.

Látex es una montaña rusa de emociones que arrastra inevitablemente desde la primera línea hasta el desenlace; por el camino, aparte de infinitos giros sorprendentes y no pocos ‘looping’, el lector descubre cómo vive, actúa yno-siente un psicópata sexual. Y, aunque afortunadamente no son muchos, haberlos haylos y, a veces, están en nuestro barrio.

7. ¿Qué motivo haría que mañana usted dejara de escribir para siempre?

Quizá la muerte. Aunque tampoco puedo asegurarlo, por aquello de la resurrección, la reencarnación y similares.

8. Si no es una inconveniencia: ¿cómo te llamaba tu madre de pequeño?
Míchel. Todo el mundo me ha llamado así, incluso yo mismo, desde que tengo uso de razón. Lo de Miguel Ángel resultaba demasiado largo.

9. ¿Cuál es su opinión sobre el panorama literario aragonés?

Editoriales y autores están trabajando bien y elevando la calidad literaria de nuestra comunidad. A los autores consagrados en el panorama nacional se están uniendo nuevos escritores con elevada proyección y textos ciertamente interesantes.
En mi opinión, la densidad demográfica de buenos escritores supera, en Aragón, la media nacional.

10. Finalmente, ¿cuál es el libro que está leyendo actualmente?

Obras completas de Lovecraft, pues me estoy documentando para mi próxima novela, que tendrá una atmósfera marcadamente gótica.

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